miércoles, 7 de noviembre de 2012

COMO DEDEMOS PREVENR ENFERMEDADES

La buena alimentación debe darse desde bebes
La especialista añade que los niños pequeños deben alimentarse del seno materno durante los primeros 6 meses de vida, pues así se garantiza su óptimo crecimiento y desarrollo durante el primer medio año (en casos excepcionales, cuando no se cumplen las expectativas de crecimiento, se pueden brindar suplementos). A partir del sexto mes se deben consumir exclusivamente papillas de frutas y verduras, y poco a poco incluir leguminosas, cereales y agua con frutas, pero sin azúcar.
“Cuando los padres le dan leche, agua de frutas o té al bebé, le ponen azúcar o miel, y ahí empiezan a arruinarlo todo. Digo esto porque el niño no aprende a reconocer el sabor natural de los alimentos y el día que los prueba o toma agua natural, los rechaza”.
Niños más grandes y adolescentes, además de sus tres comidas, necesitan una colación o refrigerio en la mañana y otra a media tarde para cubrir sus requerimientos nutricionales y energéticos.
“Pero no deben ser frituras, bebidas endulzadas o pastelitos chatarra, sino fruta, verdura, yogurt, avena o amaranto, es decir, refrigerios saludables y en pequeñas proporciones. No debemos olvidar que un niño gordito tiene alta probabilidad de ser un adulto obeso con enfermedades crónicas, y que adolescentes con peso excesivo tienen 50% de posibilidades de continuar con dicho problema en la edad adulta”, concluye.
Por invasión de microbios
Las enfermedades por malos hábitos alimenticios son: la esofagitis puede presentarse por infección causada por virus, como herpes o gérmenes que aprovechan baja de defensas del organismo del paciente; la diabetes, considerada un síndrome caracterizado por la acumulación excesiva de glucosa en la sangre, debido a deterioro absoluto o parcial de la secreción y acción de la hormona insulina; el hipotiroidismo, si la glándula tiroides —ubicada en el cuello— no funciona adecuadamente genera escasa cantidad de hormonas; la insuficiencia renal, cuando el riñón pierde la capacidad de eliminar residuos y toxinas de la sangre, concentrar orina y conservar sales minerales; el lupus, que se debe al mal funcionamiento del sistema inmunológico, el propio organismo ataca a órganos importantes, como corazón, riñones y pulmones, pero sobre todo a articulaciones, provocándoles inflamación y desgaste.


Los llamados alimentos "chatarra”, no sólo hacen engordar e incrementar el colesterol sanguíneo, sino que también favorecen el desarrollo de gérmenes intestinales dañinos para la salud.
En nuestro intestino viven unas 400 especies de microbios diferentes, algunos de los cuales son difíciles de cultivar en el laboratorio. La gran mayoría de ellos son inofensivos a incluso beneficiosos, especialmente los lactobacillus y bifidobacterias que se anidan en el intestino baja (Los alimentos y la salud, a la luz de los conocimientos actuales ). Pero recientemente se ha estado poniendo énfasis en la existencia de gérmenes dañinos del genero Disulfovibrio. que tienen la propiedad de reducir los sulfatos que provienen de la degradación de proteínas animales, y de preservantes que se han agregado a los alimentos durante su procesamiento, coma son los llamados alimentos chatarra. Su desarrollo en el intestino se ha asociado a diferentes enfermedadescomo la colitis ulcerativa y el cáncer del colon.

Se trata de bacterias que se alimentan de compuestos sulfurosos. Son los mismos que se encuentran en los sedimentos barrosos marinas y de estuarios, y que se caracterizan porproducir el desagradable olor a huevos podridos. Ahora resulta que los mismos gérmenes se han encontrado también en el intestino humano. Para poder vivir allí, necesitan de elementos sulfurosos. En este caso dichos elementos los provee la degradación intestinal de las proteínas animales y los numerosos aditivos que se usan en los alimentos procesados para prolongar su vida útil. Si se ingiere un exceso de este tipo de alimentos, se dan todas las condiciones para que se desarrollen estas bacterias en el intestino. Los preservantes basados en sulfuros son ampliamente utilizados en diferentes tipos de aumentos, como papas instantáneas, jamones, frutas secas, vinos, cervezas y cidras. Hasta ahora este tipo de preservantes han sido considerados como inocuos y vienen usándose desde los antiguos griegos y egipcios para preservar los vinos. Pero ahora comienzan a cuestionarse, ya que estos gérmenes que se alimentan de ello parecen nocivos para la salud.

Estos gérmenes que se encuentran por primera vez en los fondos marinos barrosos, siendo identificados como bacterias que reducen sulfatos, se encuentran a sus anchas en el ambiente libre de oxigeno del barro. Allí aprovechan el hidrógeno proveniente de la fermentación de un sinnúmero de gérmenes que conviven con ellos y de la abundancia de sulfatos del agua de mar. Estas bacterias utilizan estas materias primas para producir su propia energía. Para ello convierten el sulfato en sulfito, el cual se combina con el hidrógeno para producir sulfuros de hidrógeno, un subproducto tóxico que es el que da el olor a huevos podridos. Para los humanos este mismo compuesto es tan tóxico como el cianuro. En el agua de mar también produce daños, ya que se convierte en ácido sulfúrico, altamente corrosivo.

La industria del petróleo está siendo muy perjudicada, ya que estos productos cáusticos generados por estas bacterias, corroen sus tubos metálicos, produciendo en ellos serios daños. Sin embargo, nadie había pensado que igual problema podía afectar a los intestinos humanos.

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